Los taninos de la madera y otros fenoles dan color y astringencia a un vino terminado. Además, dado que el vino es biológicamente activo durante el proceso de envejecimiento, los taninos extraídos de la madera durante este prolongado período de contacto equilibrarán el ciclo oxidativo-reductivo del vino, previniendo la oxidación y reduciendo la probabilidad de olores reductivos desagradables.

Por ejemplo, los fenólicos llamados 'furfurales' son originalmente muy amargos pero proporcionan delicados percutores de aroma a cuero y carne que se desarrollarán aún más a través del envejecimiento en roble y en botella.

En el caso de los vinos blancos, la crianza en barrica aporta compuestos que las bacterias (heredadas del proceso de fermentación) convertirán luego en aromas de clavo, café y notas ahumadas.

Sígueme en mis Redes Sociales


El vino es un tesoro gourmet, ¡no abuses del alcohol!

Ninguno de estos contenidos ha sido patrocinado.

No recibí ningún obsequio ni muestras gratuitas que pudieran estar relacionadas con este artículo.

www.oray-wine.com


es_ESES