Las giberelinas son hormonas que las vides producen naturalmente y que controlan el crecimiento de las vides, aisladas por primera vez de un hongo de la planta de arroz en 1941 y, desde entonces, han sido objeto de muchas investigaciones. Estas hormonas se desarrollan en las hojas, raíces y bayas de la vid durante la fase de desarrollo del tejido.
El uso de aerosoles a base de hormonas giberelinas en viñedos compuestos por especies de vid sin semillas ha producido bayas más grandes, muy interesantes para la producción de uva de mesa.
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