Uno de los componentes minerales más cruciales para el crecimiento de la uva es el fósforo, pero debido a que las cantidades necesarias son tan pequeñas, el suministro del suelo es generalmente adecuado en la mayoría de los viñedos. Una tonelada de uvas solo contiene aproximadamente 0,6 kg (1,3 lb) de fósforo.

En la vid, el fósforo es una parte crucial de las moléculas involucradas en la transferencia de energía, la fotosíntesis y la conversión del azúcar en almidón.

Los síntomas de insuficiencia de fósforo incluyen una pérdida progresiva de vigor y, ocasionalmente, algunos deportes rojos en las hojas. Es poco común y se encuentra principalmente en suelos muy ácidos, ocasionalmente en viñedos de laderas.

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